lunes, 16 de diciembre de 2013

Determinismo y libre albedrío (4 de 5): neuroeconomía

Hasta ahora se han analizado 3 disciplinas: la física clásica, que sigue el curso del determinismo; la incertidumbre de la física cuántica, que funciona a favor del libre albedrío; y la logoterapia y su libertad de pensar, que proclamó Viktor Frankl en la búsqueda del sentido de la vida, enfrentándose igualmente contra el destino por muy impuesto que fuese éste.

Dos a uno a favor del libre albedrío.

Pero, ¿qué ocurre con aquellas decisiones, sobre todo en las monetarias, que creemos racionales cuando realmente no tienen el más mínimo atisbo de lógica y carecen de explicación mediante la teorías económicas clásicas?

Estoy hablando de la neuroeconomía, el término que se atreve a equilibrar la balanza del determinismo frente al libre albedrío. Su máximo exponente: Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía en 2002, con su teoría de las perspectivas o prospect theory: "Se prefiere una posible pérdida antes que conseguir una posible ganancia".

Por ejemplo, es preferible no ser primero que ser el último. El anuncio gráfico Activo Pro se basa en esta teoría.

¿Y por qué preferimos un yogur 95% desnatado mejor que otro con un 5% de grasa? ¿No es lo mismo?

La neurociencia, la economía, las ciencias médicas y la psicología confluyen en una sola rama: la neuroeconomía. Mezclar sistema nervioso con psicología no es extraño, pero añadir un ingrediente más llamado economía puede resultar extraño hasta hace sólo una década. Cada vez son más los libros que tratan sobre este tema, resultado de numerosas investigaciones que comenzaron en Estados Unidos y, por su interés en otros campos como el marketing, se ha extendido por todos los países del mundo.

De la neuroeconomía surgen las neurofinanzas (estudio de las decisiones financieras: aprendizaje, motivación, riesgo, miedo, pánico), el neuromarketing (comportamiento del consumidor ante las decisiones de compra) y el neuromanagement (liderazgo, selección y dirección de equipos).

Los estudios se hacen utilizando técnicas como la resonancia magnética, la tomografía, pruebas electrofisiológicas, el electroencefalograma, el electromiograma, la técnica del eye-tracking, test psicológicos y hasta análisis de ADN.

Resulta que las personas utilizamos mal la información económica, somos incapaces de comprender los riesgos a los cuales nos sometemos y no tenemos claro nuestros objetivos.

El proceso es el siguiente: el individuo capta la información del entorno con los cinco sentidos, evalúa las posibilidades y, por último, elige la opción que se adapta mejor a sus posibilidades. Pero nunca racionaliza la elección, el cerebro ya lo hizo por él de forma más o menos intuitiva, emocional. Simplemente, si has sufrido una lesión cerebral en la ínsula, tendrás una mayor tendencia a arriesgar.

La ínsula decide mis elecciones. Yo no.

Si esto es así, ¿hasta qué punto somos libres de escoger nuestras propias decisiones? Creemos y hasta aseguramos que tenemos motivos en cada uno de nuestros comportamientos, pero la verdad es que nuestra elección se basa en un impulso, en un sentimiento repentino, no deliberado, y que está relacionado con la conformación de nuestra masa encefálica, de nuestro ADN, de nuestro flujo sanguíneo, de nuestras hormonas, de nuestra química, de nuestra psicología. Compramos la lotería porque nos da buenas vibraciones. No es una actitud lógica.

Por ejemplo, el estrés físico o mental da lugar a un exceso de aversión al riesgo. Y es que las emociones inducidas por un evento influirán en cómo percibimos otro: si hemos leído noticias positivas, arriesgaremos más en una inversión en bolsa que si las noticias recibidas fueron negativas o tristes. Las emociones por encima de las razones.

Si actuamos anteponiendo lo emocional frente a lo racional es, simplemente, porque actúa más rápido y consume menos energía. Gracias a esta forma de proceder nos defendemos ante cualquier adversidad con celeridad. Es pura supervivencia: es más fácil alejarte del león que determinar las posibilidades de que nos ataque, la distancia, la fuerza, etc. La rapidez de decisión puede significar la vida o la muerte.

Sin embargo, mientras no nos liberemos de nuestras emociones/intuiciones actuando sobre las áreas que afectan a nuestra mente, no seremos capaces de actuar de forma lógica con un método cognitivo/analítico, en el cual escogeríamos nuestras propias opciones de forma, tal vez, más acertada. Eso sí, seríamos seres fríos, deshumanizados.

Entonces, si nos domina la parte emocional y ésta viene determinada por nuestra estructura física y química del cuerpo, ¿estamos tanto externa como internamente condicionados por nuestros cinco sentidos, por los acontecimientos, por la experiencia vivida, en definitiva, por puras interacciones con la realidad?

Si es así, formaríamos parte de una complejísima maquinaria de la naturaleza a la que se refiere la física clásica. Tan extremadamente compleja, que sería imposible que el ser humano, ni siquiera con el ordenador más potente que pudiera imaginar, llegase algún día a poder predecir todas las infinitas interacciones que habría en el vasto universo, desde lo cuántico hasta lo macro.

La vida de una sola persona de cien años grabada en vídeo de alta definición ocuparía casi un petabyte de capacidad (mil terabytes). En relación con la naturaleza sería sólo como medir una millonésima parte de un granito de arena ante todo un desierto infinito con todas sus interacciones posibles. La física teórica, es decir, aquella que explica los fenómenos físicos utilizando el lenguaje matemático, tendría una labor prácticamente imposible.

¿Determinismo o libre albedrío? That is the question.


Javier Ignacio Lozano Sayago

sábado, 23 de noviembre de 2013

Determinismo y libre albedrío (3 de 5): logoterapia

El término atribuido a David Charmers, el problema duro de la conciencia, que dejé en la parte II, es un enigma que nos lleva a numerosas hipótesis: la del propio Charmers y otras como la de Patricia Smith Churchland, Daniel Dennett y John Searle.

En todo caso, muchos expertos consideran que la conciencia es el problema más difícil de resolver desde el punto de vista científico. No deja de ser curioso que lo más complejo de entender de la naturaleza sea nuestro propio cerebro: tenemos la capacidad de pensar, pero no sabemos porqué ni cómo somos capaces de hacerlo.

Nadie ha dado una respuesta concluyente.

Continuando con la temática del libre albedrío, podríamos preguntarnos qué ocurriría en una situación donde el propio hombre forzara los acontecimientos e impusiera a otras personas formas de actuar totalmente mecanizadas, eliminando todo atisbo de humanidad posible y, por tanto, ninguna libertad de elegir.

Para vivir esta situación nos trasladamos a la Alemania nazi.

Viktor Frankl fue un psicoterapeuta austriaco que experimentó de primera mano los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, entre ellos el temido Auschwitz. Sus vivencias como prisionero en estos lagers (así se llamaba peyorativamente a los campamentos nazis), las plasmó tras su posterior libertad en su afamado libro El hombre en busca de sentido, donde decía:

Se induce a pensar que el hombre es un ser completa e inevitablemente determinado por factores condicionantes, ya sean biológicos, psicológicos o sociológicos. Pero ¿qué decir de la libertad humana? ¿Acaso el hombre es un mero producto fortuito del sumatorio de esos factores? ¿Es incapaz de escapar de las circunstancias externas, cuando éstas son tan asfixiantes como las reglas de un campo de concentración? ¿Carece el hombre de la capacidad de decisión interior cuando las circunstancias externas anulan o limitan la libertad de elegir su comportamiento externo?

A estas preguntas respondía asegurando que, tras la terrible experiencia vivida en los campos, el ser humano mantiene su capacidad de elección. Puede conservar un reducto de libertad espiritual, de independencia mental, incluso en crueles estados de tensión psíquica y de indigencia física. Decía como conclusión:

El hombre, aun bajo unas condiciones tan trágicas, guarda la libertad interior de decidir quién quiere ser –espiritual y mentalmente–, porque incluso en esas circunstancias es capaz de conservar la dignidad de seguir sintiendo como un ser humano.

Podemos predecir el futuro de un hombre dentro del amplio marco de un estudio estadístico, pero su personalidad individual siempre resultará impredecible. (El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl).

Las personas no somos objetos. Las cosas se determinan unas a otras, pero el ser humano es su propio determinante. Goza de sus decisiones, y no tanto de las condiciones.

La logoterapia de Viktor Frankl se centra en la existencia humana, pretende que el hombre busque el sentido de la vida. El espíritu debe oponerse al destino, a todo aquello con lo que nos encontramos en la vida sin haberlo elegido, pero ante lo cual sigues siendo libre de actuar de un modo o de otro.

¿Es un punto más para el libre albedrío frente al determinismo? Podría ser que sí.

Pero no.

Echaremos un vistazo a la neuroeconomía.


Nota: en Viena (Austria) surgieron 3 escuelas de psicoterapia: el psicoanálisis de Sigmund Freud (que se centra en la voluntad de placer), la psicología individual de Alfred Adler (se centra en la voluntad de poder) y la logoterapia de Viktor Frankl (centrado en la voluntad de sentido).

viernes, 15 de noviembre de 2013

Acto de inauguración master 2013

Este viernes tuvo lugar en el Museo Lázaro Galdiano el acto de inauguración del curso académico de la Escuela Europea de Dirección y Empresa para los alumnos que comenzaron su nueva andadura a mediados de octubre.

Acto de inauguración en el Museo L.Galdiano
En la primera hora pudimos recorrer el museo que inexplicablemente ninguno conocíamos, y eso que entre las obras se encontraban presentes pinturas y esculturas de artistas como Goya, El Greco, Murillo y Zurbarán, y que está abierta al público desde hace poco más de doce lustros. Ya ha llovido muchas veces desde entonces.

A continuación entramos en la sala para dar comienzo al acto inaugural, con un invitado de honor, buen comunicador y empresario traído de una consultora de éxito, y que rebosante de optimismo aseguraba, inmerso en un positivismo como para ahogarse, que la crisis en España era una gran oportunidad para crecer, para diferenciarse, para cambiar y progresar, que los españoles lo iban a conseguir porque siempre hemos salido de las adversidades, y que como ejemplo hemos organizado las mejores olimpiadas y la mejor exposición universal, en Barcelona y Sevilla, respectivamente, que nunca jamás se hayan creado. Los españoles somos así, y saldremos hacia adelante.

Es verdad, personalmente nunca más volví a ver una exposición universal como la de Sevilla. La siguiente que se celebró en Lisboa dejó muchísimo que desear. La de la capital hispalense, sin embargo, fue capaz de transformar toda la ciudad al completo, porque no sólo se vivió la ampliación tecnológica y modernista en la zona noroeste de la ciudad, la Isla de la Cartuja, sino que los edificios más emblemáticos del casco histórico fueron restaurados, así como calles, fuentes, jardines fueron embellecidos con buen gusto.

Muy acertadas las palabras del orador, un mensaje optimista, un señor que además ha publicado libros muy motivadores y tenía en su afán conquistar con la misma fórmula a los presentes al acto.

Pero en ese mensaje optimista se obvió algo que no debió reparar el orador: el público era en su gran mayoría latino, un valor cercano al ciento por ciento. Toda alusión al orgullo nacional iba a terminar para los oyentes en una clara interpretación chauvinista.

En general el acto estuvo realmente bien, un lugar con encanto. Un evento más para añadir en la historia de la escuela, que sigue imparable y con buen paso.

domingo, 13 de octubre de 2013

La sinergia del trabajo en equipo

El sábado 12 de octubre, Fiesta Nacional, estuve celebrando mi primer Día del Club de Piragüismo en el pantano de Picadas. Nos desplazamos unos 40 palistas divididos, según mi monitor, en tres grupos: los profesionales de competición, los niños y los mayores (y soltó una leve carcajada. Los mayores éramos nosotros, claro. Realmente mi monitor se refería a los fondistas).

Las piragüas del Club de Kayak en el pantano de Picadas
Como no me había enterado de la división de grupos cuando llegamos al pantano, resulta que al entrar en el agua me uní por despiste al equipo de competición. Empezaron a remar como bestias y, lógicamente, me quedé el último en cuestión de segundos, una posición que es bastante incómoda cuando tienes sentido del ridículo.
Pensé en mis adentros que dónde diantres me había metido, quiénes eran estos tipos del kayak, qué bebida energética-proteica se habían bebido y, con el fin de evitar más ridículo, qué podría hacer en una situación así: si ir a mi bola o salirme del pantano.

Entonces fue cuando divisé a unos cien metros al grupo más joven. Estos iban más tranquilos, así que me dirigí hacia ellos en un plan más aliviado. Pero estos, al contrario de la línea recta que trazaba el grupo de competición, se perdían en todas las direcciones en un sinsentido. Incluso alguno le atizaba con la pala al otro. Vamos, que se paleaban en la cabeza para desequilibrarse entre ellos. Un juego que para ellos resultaba muy divertido pero que para mí no tenía ni la menor gracia teniendo el cuenta del riesgo al que me enfrentaba si volcaba en las frías aguas del pantano.

Cuando volví a preguntarme en mis adentros que dónde diantres me había metido, quiénes eran estos tipejos del kayak, etc y etc... de pronto escuché la llamada de mi monitor: "El grupo de la promoción, que me siga".

El grupo de la promoción, ¡mi grupo! Estaba salvado. Caí en ese momento en que, efectivamente, la expedición al pantano estaba formado por 3 grupos distintos.

Lo llego a saber antes...

Pues bien, el grupo al que pertenecía estaba compuesto por ocho palistas cuyo objetivo en el lago era recorrerlo a una velocidad constante, con el mismo ritmo, siguiendo el transcurso del río durante quince mil metros.

Así, cada grupo tenía una función: el de competición, como velocistas, recorrer una distancia corta con rapidez; nosotros, como fondistas, recorrer una larga distancia sin detenerse; y los niños simplemente jugar para quemar calorías y dejar a sus padres vivir en paz un par de horas, jajaja. No es cierto, los más jóvenes estaban aprendiendo a equilibrarse.

Me imaginé que si en lugar de individuos fuéramos átomos, yo hubiera sido un átomo errante en los dos grupos anteriores. El átomo defectuoso de una enorme molécula.

Voy a tener que leer menos libros de física.

Socios del Alberche Kayak Club
El caso es que el trabajo en equipo tiene sus frutos. No hay ningún estudio que lo dude: los resultados que se alcanzan en grupo es superior a la suma de las acciones de los individuos por separado.

Ocurren dos fenómenos en el trabajo en equipo: uno, se consigue una fortaleza mayor: La unión hace la fuerza. El efecto sinérgico es muy importante: una cerilla se parte fácilmente por la mitad, pero si unimos 6 cerillas, es prácticamente imposible partirlas. El otro fenómeno es que, debido a esta sinergia, cada individuo del grupo mejora en sus capacidades y se obtiene una mayor efectividad. Todos ganan.

Si yo me hubiera quedado con el primer grupo, el de competición, habría terminado alcanzando una velocidad mayor que si hubiera navegado solo. Quizás no hubiera superado a ninguno de los palistas (todo a su tiempo), pero sí habría desarrollado una mayor fortaleza.

En cambio, si me hubiera integrado en el segundo equipo, el de los niños, hubiera terminado con un gran equilibrio, y esto me hubiera llevado a desarrollar un perfecto dominio en las técnicas de piragüismo.

En mi equipo, en cambio, se desarrolla la resistencia, por lo que obtengo los resultados que se persiguen, tal como ocurriría en los anteriores casos.

El efecto de mejora en todas esas situaciones está relacionado con la prospect theory del psicólogo Nobel Daniel Kahneman. Esta teoría de las perspectivas estudia cómo las personas toman sus decisiones evaluando las potenciales pérdidas y ganancias. En una de las interpretaciones, llamada aversión a la pérdida, concluye en que los individuos temen más ser el último que la posibilidad de ser los primeros. Por tanto, la motivación se desprende más en un entorno de pérdidas que de ganancias.

Esto es, si ganamos en una competición nos producirá una sensación positiva; pero si quedamos últimos, nuestra sensación será tan negativa que impactará más que la positiva.

En mi equipo remamos en grupo formando pelotón, unos más adelantados que otros. Pues bien, cuando vas el último tienes esa sensación negativa de Kahneman que quieres evitar. Lo cual te esfuerzas y aceleras para adelantar al que inmediatamente sigues. Como éste ve que tú le vas a adelantar, se esfuerza por acelerar el ritmo, lo cual este avance le afecta al antepenúltimo, que también acelerará para que nadie le alcance.

Al final todos avanzan más rápidos para evitar ser el último y tener esa sensación negativa. Con esto conseguimos uno de los dos efectos del trabajo en equipo: el que individualmente mejoremos en nuestras capacidades obteniendo una mayor efectividad.

Como consecuencia de lo anterior, ninguno de los kayistas va a tomar la decisión de detenerse; pues eso significaría abandonar ante la mirada del grupo. Toca resistir, no queda más remedio. Si no se gana, no pasa nada, pero se evita ser el último; la sensación negativa sería desoladora.

Como resultado, el equipo acaba su entrenamiento tras haber realizado un largo recorrido por el lago sin detenerse y a un ritmo bien acelerado. Es el otro efecto del trabajo en equipo: esa unión que hace la fuerza.

Como decía Ray Kroc: "Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros juntos".

Con la sinergia, 2 más 2 sí son 5.

martes, 1 de octubre de 2013

Determinismo y libre albedrío (2 de 5): física cuántica

Decía Sir James Jean: El Universo empieza a parecerse más a un gran pensamiento que a una máquina. Y con esta frase doy entrada de nuevo al enfrentamiento entre el determinismo y el libre albedrío.

En el libre albedrío empezaríamos a pensar en la posibilidad de modificar el transcurso de nuestras vidas, de nuestra hoja de ruta. Movilizaría en cierto modo a ese hombre apalancado en su sillón esperando a que pase su vida supuestamente escrita, y empezaría a cambiar: Si quieres que sucedan cosas distintas, deja de hacer siempre lo mismo.

En la película El curioso caso de Benajamin Button se produce el accidente de una mujer al ser atropellada por un taxi (casualmente una acción similar al filme La Máquina del Tiempo comentada en la entrada anterior, aunque en este caso con mejor suerte al no perder la vida) y el narrador comenta que dicho accidente se pudo evitar si no hubieran ocurrido determinados sucesos secuenciales. El protagonista principal se decía: "Si tan sólo una cosa hubiera ocurrido de otra forma, si ese cordón no se hubiera roto o ese camión se hubiera apartado segundos antes, o ese paquete hubiera estado envuelto porque la dependienta no hubiera roto con su novio, o ese hombre hubiera puesto la alarma y se hubiera levantado 5 minutos antes, o ese taxista no se hubiera parado a tomar un café, o esa chica no se hubiera dejado el abrigo y hubiera cogido el taxi anterior,... Daisy y su amiga habrían cruzado la calle y el taxi habría pasado de largo", pero esa concatenación de acciones sí ocurrió, lo cual desencadenó el fatídico accidente.

Es una clara muestra de indeterminismo. Son hechos que se relacionan unos con otros, como en el determinismo, pero indicando que cada uno de estos hechos pudieran haberse evitado, eran decisiones que tomaban los actores de forma deliberada, no había nada que les obligara a hacer una cosa u otra, hasta que todas ellas confluyen en la casuística. Existe por tanto, en esta narración, distintas posibilidades de elección. Pudiera haberse evitado la catástrofe si se hubiera tomado cualquier otro rumbo. Cuestión de segundos en cualquiera de todas esas acciones.

¿Somos pilotos de nuestro destino?

El psicólogo y premio Nobel de Economía Daniel Kahneman hablaba de atajos heurísticos, donde los individuos tomaban decisiones en entornos de riesgo e incertidumbre fuera de los principios básicos de la probabilidad.

A principios de siglo XX empezó la física moderna a desplazar a la clásica, o al menos a hacerla dudar de todo. La mecánica cuántica entraba por una puerta de desconcierto sorprendiendo a los científicos: y es que a nivel del macrocosmos toda la naturaleza seguía una regla, pero a nivel cuántico, subatómico, surgieron las primeras ideas de incertidumbre.

El problema es todavía más complejo: en el mundo cuántico todas las probabilidades se dan al mismo tiempo. No es que se dé una u otra, es que se dan todas, como si fueran universos paralelos. En el ejemplo del juego del billar, las bolas estarían en todas partes a la vez, todas las posibilidades tendría lugar. Solamente existe una posibilidad de determinar la posición exacta cuando el objeto es observado.

Albert Einstein, ante la incredulidad de la nueva física, lanzó su famosa frase: Dios no juega a los dados. A lo que Bohr le contestó: Albert, no le digas a Dios lo que debe hacer.

Extrapolar este fenómeno a nuestra vida cotidiana es más difícil. Digamos que como nuestras acciones son vistas, vividas, experimentadas, entonces existe sólo una posibilidad. En todo caso, siendo una sola, el mecanismo pudiera ser similar y nos encontraríamos ante múltiples decisiones posibles y un sólo camino a escoger: el seleccionado por nosotros mismos. No hay determinismo. No hay libro escrito. Las páginas están en blanco y se escriben a medida que recorre el tiempo. Pero esto no determina que seamos nosotros los que escojamos los resultamos.

En resumen, a nivel cósmico todo está predeterminado. Sabemos lo que ocurrirá en el Universo, en su manía programada de continua expansión, sin la necesidad de asistir al final; por mucho tiempo que el ser humano viva, sufra, sienta... al final terminaremos extinguiéndonos. A nivel micro, las partículas elementales como los electrones, los quarks y los fotones, siguen un camino de incertidumbre, no escogen una ruta: están en todas ellas a la vez. Formando parte de estos dos mundos, las vivencias del ser humano no parecen estar predeterminadas, hacemos las cosas completamente al azar, pero estas actuaciones humanas de libre albedrío no pueden elegir ni el resultado final de nuestras acciones ni, a nivel macro, frenan el recorrido del cosmos expansivo y caótico. Ni siquiera somos capaces de detener el envejecimiento ni evitar la muerte. (*)

Aclarado estos dos mundos antagónicos, el macro y el subatómico, no queda más remedio que preguntarse por qué el ser humano, inmerso en las propiedades físicas de estos dos mundos, tiene la capacidad de entender la naturaleza programada; nosotros, unos seres imperfectos con influencia cuántica en una mundo físico establecido. Es como si la propia naturaleza quisiera ser consciente de sí mismo a través del cerebro de los humanos. Esto nos dota de una importancia sublime.

Y aquí entraríamos de lleno en lo que se ha llamado el problema duro de la conciencia, el mayor enigma de la ciencia y la filosofía, el misterio de la existencia de la mente humana, una masa encefálica con la capacidad de pensar y que puede llegar a entender el funcionamiento de la propia naturaleza y, por tanto, entenderse a sí mismo, de dónde procede, por qué vive, por qué piensa.

¿Cómo es posible que seamos conscientes de nosotros mismos a través de una masa que funciona a base de partículas elementales como electrones y quarks?

*Nota: en un futuro próximo, con el proyecto Iniciative 2045 de la Universidad de la Singularidad, seremos capaces de transferir nuestra mente en una máquina inmortal. Nos convertiremos en avatares y nuestros pensamientos serán eternos.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Determinismo y libre albedrío (1 de 5): física clásica

Pasó porque venía escrito, no hay nada que hacer, dijo una mujer a su hijo dejando deslizar una lágrima por la comisura de sus labios.

Para muchas personas todo aquello que les acontece viene predeterminado. Si ha ocurrido es porque tenía que ser así, no hay más que pensar.

La vida, por tanto, estaría desarrollada como si de una novela se tratase, cada uno de nosotros somos meros actores en sus páginas. Es un libro impreso, nadie puede cambiar los acontecimientos y el desenlace último es el que hay y punto. Es incompatible con el libre albedrío.

En la física clásica podemos calcular con exactitud la velocidad y trayectoria de una bola de billar al golpearla con cierta fuerza con el taco del palo. Si repetimos el golpe exactamente igual al anterior, obtendríamos el mismo movimiento, la misma trayectoria.

Así funciona el cosmos y todo lo que en ella contiene. Los hechos estarían enlazados unos con otros lo que determinarían todas las acciones futuras. Es una máquina con un engranaje perfecto. Así se pensaba en el mundo físico antes del siglo XX, todo surgía de nuestra observación cotidiana del mundo que nos rodea.

Las personas con mentalidad determinista defienden la idea de que el ser humano funciona igual que una máquina: nuestro pensamientos, nuestras acciones, ya vienen establecidas, y sigue un proceso encadenado donde los engranajes se ajustan a la perfección.

Alguna vez hemos deseado volver atrás en el tiempo para corregir algún acontecimiento o para volver a ver a ese ser querido que hemos perdido.

En la película La Máquina del Tiempo el protagonista, Alexander, se declara a su novia Emma y le regala un anillo de compromiso. El momento romántico se rompe al aparecer un ladrón entre los arbustos amenazándoles con un arma: les roba la cartera, los guantes y un reloj de bolsillo de Alex. Quiere también el anillo, pero ella se niega provocando un forcejeo entre ambos y disparando accidentalmente a la chica. Transcurren cuatro años. Alex se siente culpable de su muerte. Ante tanta desesperación, su amigo David Philby intenta consolarle: "Tú no tuviste la culpa", a lo cual Alex responde irónico: "No, no tuve la culpa, quizás debería culpar a la ama de llaves por recoger el anillo de la joyería, o al joyero por fabricarlo, o al pobre desgraciado que arrancó la piedra de la tierra, o culparte a ti por presentarme a Emma aquel día". Su amigo insiste: "Alexander, nadie puede cambiar lo ocurrido". Alex le desafía: "No, te equivocas, porque yo lo cambiaré."

Durante esos cuatro años los dedicó a inventar una máquina del tiempo para regresar al pasado y modificar la escena de la muerte de Emma. Pero cuando regresa a esa escena, la chica vuelve a fallecer, esta vez atropellada por un carro. Él vuelve a lamentarse desconsolado: "¿Por qué no puedo cambiar las cosas? Podría regresar un millar de veces, y la vería morir de mil maneras."

Estaba predeterminado. Así venía escrito en su libro de la vida.

El cosmos sigue un movimiento de expansión tan estrictamente calculado que se conoce incluso el tiempo necesario para que se extinga todo: se apaguen las estrellas, no haya energía ni ninguna fuerza gravitacional posible y la naturaleza llegue prácticamente a su fin, en un estado de entropía absoluta, dentro de millones de años.

Si el mundo macrocósmico es así, el ser humano debería funcionar de la misma manera, no puede ser que nosotros, seres minúsculos en comparación con el cosmos, seamos dueños de nuestro propio destino e incluso dueños de la naturaleza misma como si fuéramos pequeños dioses.

Pero si en el comportamiento humano este fenómeno de determinismo se demostrara a ciencia cierta, seguramente una ingente cantidad de personas dejarían de hacer cosas interesantes; éstas se dejarían llevar por los acontecimientos. Total, no se puede cambiar nada, y si algo cambia, es porque estaba destinado a que así ocurriera, sean o no ellos los actores de este cambio.

El destino es inamovible, dirían.

Pero, ¿realmente la acción humana es tan determinista como la naturaleza dicta? ¿Y si la naturaleza no fuera tan predecible?

Retomando la película La Máquina del Tiempo, la conclusión a la que se llega es que no podemos cambiar nuestro pasado, pero sí el rumbo del futuro. ¿Cómo podemos cambiar el rumbo del futuro si siempre vivimos el presente?

Comienza el siglo XX... y con ella la incertidumbre de la física cuántica, que nos revelará algo verdaderamente desconcertante.

(continúa en la entrada: Determinismo y libre albedrío II)

domingo, 22 de septiembre de 2013

Desayuno con Partículas

Y aprovechando la entrada anterior, donde recomendaba el recién publicado libro El universo de Ulises, quisiera reseñar otra obra de temática científica, con un lenguaje y tecnicismo apropiado para cualquier humano, de la doctora en Física Cuántica Sonia Fernández-Vidal.

Se trata del libro Desayuno con partículas, publicado en abril de este mismo año. Un ensaño donde se explica de una forma fácil de entender la división entre la física clásica y la moderna, y se adentra con una profundidad literaria en la mecánica cuántica y la relatividad, es decir, sin necesidad de utilizar fórmulas matemáticas que entorpecerían la dinámica novelística.

Lo que llama la atención de esta obra no es sólo la facilidad de lectura y sus bien formulados ejemplos en un tema tan escabroso, sino que lo mezcla con fábulas, historias, pensamientos filosóficos, haciendo que su lectura te haga pensar no sólo en la extraña y desconcertante física cuántica, sino también en nuestra vida cotidiana.

Merece la pena el desayuno.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El universo para Ulises

El libro hace un recorrido por la ciencia de una manera detallada y fácil de entender. De hecho, está escrito pensando en su hijo de 5 años para que lo lea cuando se haga mayor. El libro se promociona con una frase de la periodista española Gemma Nierga: "El Universo para Ulises es a la ciencia lo que en su día fue El Mundo de Sofía a la filosofía".

Desde luego es una buena comparativa, y realmente merecida. El Mundo de Sofía es otra obra espectacular del noruego Jostein Gaarder, muy completa en sus narraciones sobre la historia de la filosofía y que fue llevada a la pantalla grande en 1999. Yo la empecé a leer cuando salió a la venta, en unos días detuve la lectura, un tiempo después retomé la lectura, luego la volví a dejar, la retomé, la dejé y así casi sempiternamente, ya que aún no la he finalizado y ya han pasado varios años ¡No sé por qué diantres no termino de leérmela!

El universo para Ulises quizás no llegue a ser una referencia como lo es El Mundo de Sofía, no porque no tenga calidad, que la tiene y mucho, sino porque le falta el atractivo novelístico que sí utilizó Gaarder  (a pesar de que no me la termino de leer) haciendo parte activa a una niña, la protagonista, en un mundo mágico.

Ojalá me equivoque, porque la obra es muy buena.

Es un libro que gusta de leer, se disfruta gracias al lenguaje sencillo del autor Juan Carlos Ortega, que demuestra una claridad de ideas en la temática y una facilidad encomiable de hacer fácil lo posiblemente complicado de entender. Es un libro, en definitiva, que engancha.

En sus páginas conoceremos a Demócrito, que se atrevió a decir que todos los puntos del cielo eran estrellas lejanas formando la Vía Láctea pero al que nadie creyó; un Eratóstenes que descubrió que la Tierra era redonda; a Aristarco de Samos y su idea de que la Tierra giraba al rededor del Sol, pero que ya se encargaría Aristóteles y Ptolomeo para seguir promoviendo el geocentrismo y tuvieran que pasar dos mil años para retomar el heliocentrismo; a un super tímido a nivel extremo llamado Henry Cavendish, quien demostró la existencia de los átomos; y a otros archiconocidos como Kepler, Galileo, Dalton, Rutherford, Einstein,... y un largo etcétera, explicándonos desde lo más diminuto, a nivel cuántico, hasta lo más grandioso, el Universo.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Franquicias Low Cost (II)

Cuando en la entrada anterior comentaba sobre la repetida intervención de Barbadillo & Asociados, me refería a que ya estuve en una presentación de esta consultora de franquicias meses atrás, y los slides del powerpoint eran exactamente los mismos (evidentemente no venía a decir cosas distintas).

En definitiva, la presentación de la consultora Barbadillo fue muy didáctica.
Los elementos esenciales de las franquicias

Como no lo he definido todavía y estamos en la segunda entrada de blog sobre las franquicias low cost, pasaré a explicar esta modalidad:

Una franquicia low cost es simplemente una franquicia de bajo coste cuya inversión total no supera los diez mil euros, lo cual no suele requerirse maquinaria de producción y, en muchos casos, ni siquiera un local para desempeñar el trabajo; en la mayoría de ellos no se ofrecen productos, sino servicios.

Según Barbadillo, se deben cumplir una serie de elementos esenciales que nos permitirá distinguir entre una franquicia y otro modelo de negocio:

- La existencia de un franquiciador (es la marca, la central de franquicia) y un franquiciado (el interesado en usar, explotar, la marca).

- Independencia jurídica y financiera entre ambas partes: es decir, que el franquiciado es el responsable de la financiación de su proyecto, y jurídicamente son personas distintas.

- Relación intuito personae: esa independencia es sólo jurídica y financiera, puesto que la relación personal y de confianza se mantiene hasta el último día. La relación entre personas la traduce Barbadillo al latín: intuito personae, porque así queda más elegante. Es el franquiciador quien selecciona a la persona para gestionar uno de sus puntos de venta.

- Concepto empresarial completo y probado. Se debe testar si realmente está funcionando el negocio, que al menos tenga una unidad piloto, esto es, una unidad propia funcionando durante al menos un año antes de promover su franquicia. Es importante comprobar si la franquicia tiene un plan de negocio.

- Transmisión de conocimientos, el famoso know how o saber hacer. Debe ser secreto, sustancial (se debe referir a la actividad principal del negocio, no a una parte residual) e identificable, es decir, debe poderse plasmar en los manuales operativos del sistema, que es la base documental que se le entrega al franquiciado: Manual de procedimiento (pautas operacionales) y el Manual de relación entre la central de franquicia y los franquiciados.

- Otros elementos esenciales son: el apoyo al franquiciado, el control de la red de franquicias y la formalización de un contrato escrito.

La intervención de Barbadillo & Asociados fue, insisto, muy instructiva.

Franquicias Low Cost (I)

Hoy tuvo lugar, en el Centro de Emprendedores de la Comunidad de Madrid, el taller sobre Fomento del Autoempleo mediante Franquicias Low Cost. Evento organizado por la Federación Iberoamericana de Empresarios y Comerciantes en España (FIBECE).

En la mesa los representantes de cada franquicia low cost
Empezó hablando un viceconsejero de la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid para introducirnos a los asistentes en el mundo de las franquicias low cost, del emprendedor y, de paso, valorar el esfuerzo que está haciendo la Comunidad para apoyar el autoempleo y el emprendimiento (rebajas fiscales para emprendedores, ventanilla única, la Ley de Emprendedores aprobada hoy definitivamente; microcréditos con Microbank, el banco social de La Caixa,...). Y como no podía ser de otra manera, añadiendo una frase esperanzadora que no he dejado de escuchar desde que nos metimos de lleno en la crisis económica y financiera: "Estamos al final de una terrible crisis" (similar a los brotes verdes).

Evidentemente quien habla se dedica a la política (y por ende, tiene el mismo discurso anquilosado de vulgar político en su mente). El humano político está hecho de una pasta diferente, extraña diría yo, repelente más bien.

¿Y qué hace un funcionario en temas empresariales? Pues porque resulta que, según declaró durante la clausura del evento, se consideraba por encima de todo empresario desde los ocho años de edad. Y al igual que suele ocurrirle a los docentes de master con el Síndrome del Yocente, empezó a hablar de lo activa que había sido su vida. Supongo que con la intención de causar admiración en el auditorio. Tal vez sí lo causara en algunos y yo no debería de reprocharle su intervención, pero se equivocó al decir orgulloso que nunca había pedido una subvención ni pagado por una franquicia. Decirlo en un taller que se trataba de franquicias y en representación de una consejería que ofrece subvenciones, es quizás meter la pata.

Vaya, me he levantado crítico con el pobre hombre, cuando en realidad no lo hizo del todo mal. A favor de sus comentarios (dejó caer algunos esbozos interesantes), me gustó la recomendación que lanzó: "Lo importante es tener un cliente para vender nuestro producto y, si no tenemos ningún producto, lo importante sigue siendo tener un cliente: el producto se lo compraremos a otro para vendérselo a él. En la intermediación se gana mucho dinero".

No puedo quitarle la razón.

Tras la presentación del viceconsejero intervino la presidenta de FIBECE, luego la ya repetida aportación de la consultora de franquicias Barbadillo & Asociados a través de la directora de comunicación y, finalmente, la presentación de cinco franquicias Low Cost comentadas por cada uno de sus representantes.

Estas interesantes franquicias fueron: Corporanza Limpiezas Ecológicas y Servicios Integrales, Hexagone, Publibolsy, The Coloured Clap y la empresa Negocios y Networking.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Visitamos la fábrica de Coca-Cola Iberian Partners

Nuestra siguiente visita programada ha sido en las instalaciones de Coca-Cola Iberian Partners, durante la tarde del 10 de septiembre, recién finalizadas las vacaciones. No hay mejor manera para retomar las clases.

Alumnos del Master en Marketing de EUDE
Una actividad más que he podido organizar en nombre de la Escuela Europea de Dirección y Empresa (EUDE), siempre receptiva a organizar eventos, visitas a empresas y todo aquello que pueda ofrecer al alumno para mejorar en su formación de una forma más práctica.

Coca-Cola Iberian Partners es el embotellador en exclusiva de la conocida marca de refrescos. Fue resultado de la fusión de 8 embotelladoras que estaban repartidas entre España, Portugal y Andorra.

También son responsables de las promociones locales, estando presentes en miles de eventos deportivos, culturales y sociales, comprometiéndose siempre con la sociedad y el medio ambiente.

La presentación fue llevada a cabo por la Responsable de Visitas y Relaciones Externas, Silvia Pérez Abad, que nos ofreció información bastante interesante sobre Coca-Cola y el proceso de embotellado que tenía lugar en la fábrica, al que pasamos a ver finalmente.

martes, 23 de julio de 2013

Jornada de kayak en el pantano de San Juan

O como reza el titular de la web de la Escuela Europea de Dirección y Empresa: "Jornada de Outdoor-Training para nuestros nuevos alumnos" (ir a la noticia de EUDE)

Alumnos del Master en Marketing de EUDE
T. International y EUDE organizaron este evento el pasado 19 de julio como parte de un programa de outdoor-training para los nuevos alumnos de la escuela, los de la promoción de abril de 2013. La excelente temperatura, el maravilloso paisaje y la insuperable compañía marcó una jornada para el recuerdo.

Esta organización contó con la ayuda desinteresada del grupo de proyecto TripIn, dedicada a la promoción de planes turísticos integrales y de ocio, y cuyos integrantes son alumnos del master en Marketing: Janeth Maciel, Carolina Bedoya, Álvaro Domínguez, Daniel Gónima y Jaime Espaillat.

domingo, 14 de julio de 2013

Leopoldo Abadía y su estilística coloquial

Estas líneas se las quiero dedicar a Leopoldo Abadía.

Leopoldo es un ilustre profesor que impartió clases en la escuela de negocios IESE de la Universidad de Navarra y que, gracias a unas explicaciones sobre economía que escribió en un blog donde recibió miles de visitas, pudo publicar su primer libro La crisis ninja y otros misterios de la economía global, basado en las ideas que expuso en el blog, pero esta vez bien estructuradas.

Todo un éxito en ventas.

Con este libro salió del anonimato ya en edad avanzada y, actualmente, ha publicado un total de seis. Es conferenciante, escribe artículos para la prensa, ha salido en todos los medios de comunicación, ha sido ganador del premio Espasa 2012, y un sinfín de cosas más en un tiempo record.

Su tipping point fue un simple blog. Pero para llegar a ese punto de inflexión, la suerte se la trabajó durante muchos años.

Es tan claro, sincero y divertido en sus explicaciones que es todo un placer ofrecerse a su lectura. Utiliza aquella redacción estilística propia donde parece que escribe tal como se expresa coloquialmente. Me encanta.

Esta forma de expresarse le hace ser muy cercano al lector neófito de la materia. Rebosa humildad a raudales. Es entusiasta y cariñoso en sus palabras.

Escribe fundamentalmente sobre economía, aunque muchos lo tachan de no ser experto en esa materia. Él mismo lo reconoce en sus propios libros. Y es que es demasiado humilde.

Sin embargo, ante ese desconocimiento de la economía, hay algo donde intachablemente sobresale: su capacidad de comunicar.

Yo más bien diría lo siguiente: No sabe de economía, pero sabe explicarla.

Por cierto, curiosa frase.

Leopoldo Abadía ha publicado, hasta la fecha, los siguientes libros:

-La crisis ninja y otros misterios de la economía global (2009)
-La hora de los sensatos (2010)
-Qué hace una persona como tú en una crisis como esta (2010)
-36 cosas que hay que hacer para que una familia funcione bien (2011)
-Cómo funciona la economía para dummies (2012)
-El economista esperanzado (2012)

Demasiados libros de economía como para no saber de economía, ¿no?

viernes, 12 de julio de 2013

Generación EGB

Alguna vez tenía que llegar.

Ese momento donde a alguien se le ocurre escribir sobre el pasado muy pasado (como algo más de veinte años atrás) y tú resulta que te sientes identificado con esos dulces y nostálgicos años. En efecto, lo has vivido, y no sabes si reírte o lamentarte de que has entrado en la época de "abuelo que empieza a recordar sus batallitas".

Me refiero al recién publicado libro Generación EGB, de Javi Nieves. Esos años en los que estudiábamos en un sistema educativo llamado Educación General Básica, a mi parecer muy superior en calidad que los siguientes sistemas implantados.

Bueno, tal vez no fuese por el sistema, sino porque todavía existían valores.

Sin duda alguna, si tuviera que escribir un libro recordando las vivencias de la adolescencia, soñaría con escribirlo tal como lo ha hecho Javi Nieves en esta publicación. Creo que es insuperable, y además muy necesaria su salida al mercado. ¿Por qué? porque a veces tenemos que recordar de dónde venimos, poner los pies en el suelo. A esas edades todos estamos en el mismo nivel de conocimientos, y tenemos temas comunes de qué hablar y las mismas vivencias.

Con este libro me ha tocado reírme. Me parece curioso cómo hemos podido vivir cosas tan semejantes en ciudades distintas: el estuche Pelikán, los Rotrings, las gomas Milán, la plastilina Jovi, el pegamento Imedio (que se quedaba pegadísimo en la piel de nuestros dedos), supergén y la cola blanca; esos libros que llamábamos Natu, y que nos encantaba por sus ilustraciones; el Telefunken y la emisoras de televisión (sólo teníamos dos canales: la uno y la dos);
La revolucionaria máquina de escribir Amstrad PCW8256
el juego de las canicas, las chapas, el Hula Hoop, la comba; las chuches como el Peta Zetas, el paloduz, el picapica,...

Empezábamos a tener el primer vídeo (formatos como VHS, Beta y Video 2000) y los casettes en SP y LP (en LP permitía grabar el doble, aunque a costa de una calidad que luego apenas notábamos). También los primeros ordenadores o PC.

El mío, de la marca inglesa Amstrad PCW8256, que se anunciaba en publicidad como la máquina de escribir revolucionaria.

Qué bárbaro, sólo disponía de 256 Kb de memoria RAM. ¡Y carecía de disco duro! Éste lo suplía un floppy disk de 3" con capacidad de hasta 360 Kb por cada cara. ¡¡Ni siquiera medio mega de memoria de almacenamiento!! Ah, y pantalla verde.

Lo más llamativo de esta máquina es que venía con una impresora matricial de tinta negra. Sólo podías imprimir durante el día porque por la noche corrías el riesgo de despertar a todo el vecindario con el ruido insoportable y ensordecedor de la dichosa maquinita.

Ruidos algo molestos como cuando por fin llegó internet a los hogares por medio de unos modems que pitaban (chirriaban) en diferentes frecuencias acústicas. ¿Por qué pitarían? Nunca encontré el sentido.

Por cierto, los PC venían con libro de instrucciones, como si de un equipo eléctrico se tratara. En el caso del Amstrad constaba de 2 tomos: uno explicándote el funcionamiento del ordenador, el otro te enseñaba programación Basic. Recuerdo que en un apartado llamado "email" decía algo así como: "El email o correo electrónico sirve para enviar información entre PC's, utilizado actualmente en Estados Unidos de América. Aún no existe implantación en España".

¡Qué tiempos!

miércoles, 26 de junio de 2013

Elevator pitch

Dice un refrán que "lo bueno, si breve, dos veces bueno", y en la explicación de una idea de negocio para captar la atención e interés del oyente es fundamental para saberlo vender.

Se trata del llamado elevator pitch.

Esta manera de proceder consiste en explicar con brevedad una idea, generalmente de empresa, a un potencial inversionista en el momento en el que aprovechas para coincidir con él en el ascensor mientras se dirige a su despacho, obteniendo como resultado una entrevista.

El tiempo que dura el ascensor en llegar a la planta del inversor es el que tiene el promotor para expresar su idea, utilizando en ese corto periodo técnicas de venta persuasivas. Se considera un tiempo de entre 55 segundos y 3 minutos.

Lógicamente, la situación planteada no significa que toda exposición de ideas se realice en un ascensor.  Pero es un buen ejemplo para convencernos de que nuestro discurso debe ser breve y que, en esa brevedad, la información sea la esencial para el inversionista.

En el hipotético y casual caso de que hubiera que explicar nuestra idea en un ascensor, el tiempo dependería de la altura donde se encuentre la oficina, de la velocidad del ascensor y de sus paradas durante el recorrido.

En Sevilla, donde los edificios de oficinas más altos no superan generalmente los 6 pisos, habría que hacerlo en un abrir y cerrar de ojos (claro, así nos va). En el otro extremo, en lo más alto de la torre Taipei 101 de Taiwán, si te diriges al piso 101, puedes incluso tomarte un café con el inversor antes de exponer la idea... y aún te sobra tiempo. Claro, así les va.

Y más teniendo en cuenta que las torres citadas cuentan ¡con 61 ascensores! Eso sí que es promover el elevador pitch!

Bueno, bromas aparte, la realidad es que los ascensores de Taipei son tan veloces que no llegan ni al minuto en hacer todo el recorrido, mientras que en Sevilla en algunos ascensores puedes hasta leerte el Quijote mientras recorres 3 pisos de nada. Vamos, que subes más rápido por las escaleras!

Para redactar un elevator pitch hay que seguir una estructura de venta estratégica, estés o no en un ascensor, siempre recordando que no estamos vendiendo, sino que el objetivo es conseguir una entrevista posterior.

Primer paso, el creador de la idea se presenta con su nombre y el de la empresa la cual representa, si la hubiera. Segundo, debe poner en situación al inversionista planteándole un problema para captar su atención. En el siguiente paso debemos cuidar con detenimiento y no caer en exageraciones que puedan resultar difíciles de creer; es el tercer paso, que consiste en aumentar el problema exponiendo la visión futura, esto es, si no se resuelve el problema qué otras consecuencias pueden ocurrir.

A continuación, cuando todo parece de difícil solución tal lo planteado, el promotor lo resuelve con la fórmula mágica, su idea. Es ahora, en este cuarto paso, cuando el producto cobra especial protagonismo, convencido de que es la mejor opción para resolver los problemas expuestos y evitar esa visión catastrófica de futuro.

El discurso, por tanto, debe estar preparado y estructurado. Insisto, no se trata de vender, sino de captar la atención del oyente, hacer que quiera saber más y conseguir una entrevista posterior en donde se pueda exponer la idea con más detalle. Es el quinto y último paso.

La cita deberá ser propuesta por el inversor; de no ser así, deberá ser el propio orador quien le imponga la posibilidad de proceder a esa ansiada entrevista.

domingo, 2 de junio de 2013

Marketing experiencial: hurricane simulator

... o dicho de otro modo, alquiler de aire a 125 km/h por 2 euros.

El simulador en Heron City de Las Rozas
Para quien desconozca la máquina lo explico brevemente: es una cabina donde te introduces solo o acompañado (máx. 3 px) y que simula la vivencia de un huracán durante un minuto. Precio: 2 euros.

Me imagino al genio que se le ocurrió la idea y muchos no tomaron en serio. Cuántas risas le habrán intentado frenar. La idea debió de gestarse en un braintorming, técnica donde se libera la creatividad más estrambótica, y en ella saldrían cosas como vender humo (lo que hacen muchos "profesionales"), una piedra ordinaria (de esas que son curativas), una porción de hierba de un estadio de fútbol, etc. y lo cruzaría con el concepto marketiniano de experiencias.

Y llegó a un resultado aún sin pulir: experimentar aire.

Curiosa combinación de palabras: experimentar aire. Pero así sólo no vende. Hay que transmitirlo en otros términos que capte más la atención, que sea más vendible: el aire a presión no es tan vivencial, mejor considerar un huracán, y la experiencia se haría a través de un simulador.

Resultado final: simulador de huracán.  La nueva combinación adquiere una mayor fuerza persuasiva. Marketing experiencial puro y duro.

¿Quién es el público objetivo? En los vídeos de Youtube aparecen mayoritariamente adolescentes. Es lógico, la mente del teenager no cesa en la búsqueda de sensaciones fuertes, aunque realmente sea su propia mente quien lo perciba así.

Porque... ¿realmente vives la experiencia de un huracán o simplemente vives la experiencia de un aire a presión y tu mente recrea el motivo? Es decir, ¿tu mente te engaña convenciéndote de que estás en un huracán? Evidentemente que sí.

Y pensado de esta manera viene a significar que el promotor del servicio no necesita más realismo que el aire y unas palabras bien colocadas. El resto lo pone el cliente (porque no nos engañemos, sólo recibes aire a 125 km/h).

Esto significa que un simulador de lanzamiento en paracaídas también tendría lugar en esta especie de máquina expendedora de aire a presión. Es la mente quien te pone en situación. Sólo habría que cambiarle la rotulación "hurricane" por "parachute".

En este caso lo valoramos a 5 euros el minuto. Se eleva el precio porque la sensación de caída en un paracaídas es muy emocionante, lo cual la demanda se presume que sea mayor.

¡Qué sencillo es vender!

miércoles, 29 de mayo de 2013

Visita de los alumnos de EUDE a MRW

Alumnos del Master MBA
Los alumnos del master MBA y del master en Marketing de la escuela de negocios EUDE, visitaron las instalaciones de la compañía líder en transporte urgente de paquetes MRW ubicadas en Coslada, Madrid, en los días 14 y 28 de mayo respectivamente.

La visita fue amena y muy instructiva, y los alumnos realmente mostraron su interés a traves de las numerosas preguntas que realizaron. Claro que pensándolo bien, puede haber dos interpretaciones ante tantas preguntas: una, que estén muy interesados en el tema en cuestión; otra, que su profesor (un servidor), no se haya expresado lo suficientemente bien en la materia durante las clases, y las dudas que se crean son infinitas :( Bueno, en realidad el tema de la logística suele ser muy interesante para la mayoría, y cada empresa tiene su manera de proceder.

Alumnos del Master en Marketing
La visita consistió en explicar todo el proceso logístico desde que un usuario comprador hace un pedido a través de la web corporativa de uno de sus clientes principales, Mediamarkt, hasta la salida de esta mercancía hacia su destino.

Es interesante que escuelas de negocios como EUDE apuesten por este tipo de visitas guiadas como un complemento más a la formación que se recibe en las clases.

Organizar visitas requiere de muchos profesionales dedicados a tiempo para que todo salga en orden. Y, por supuesto, también es de agradecer que las empresas como MRW estén dispuestas a mostrar sus instalaciones de forma desinteresada (económicamente hablando, se entiende).

lunes, 27 de mayo de 2013

Cáceres y una excelente organización

Recién acabada la última clase de Dirección de Operaciones del MBA de EUDE en Madrid, tuve que salir inmediatamente corriendo hacia Cáceres para impartir el fin de semana una sesión de marketing para la Cámara de Comercio.

Llegué a la ciudad extremadamente reventado de agotamiento, con ganas de darme una ducha y salir a cenar alguna exquisitez en un lugar tranquilo; la semana había sido muy larga, y los descansos casi inexistentes (la "siesta" dejó de existir en mi vocabulario hace ya tiempo... ¡qué injusto! jaja).

Cuando llegué a la plaza del pueblo en busca del Palacio de Oquendo, lugar de hospedaje, me encontré con un enorme tinglado montado en la misma plaza Mayor de la ciudad: se estaba celebrando el World Padel Tour, un trofeo de padel internacional. Uno de los emblemáticos lugares era Cáceres. Y, cómo no, a pocos metros del hotel.

No cabe duda de que debe estar contemplado en la Ley de Murphy: si estás muy cansado, con la lengua fuera, los ojos enrojecidos, la cara pálida y a unos minutos de poder reposar, no te acomodes demasiado, surgirá alguna cosa que lo evite, seguro.

En el fondo, todo un estadio instalado en la Plaza Mayor 
Lo cierto es que el evento estaba realmente interesante, muy bien organizado y con gran ambiente, sobre todo muchas personas jóvenes, muchísimas! A pesar de la muchedumbre, estaba todo tan bien estructurado que en ningún momento te sentías agobiado. Los restaurantes estaban repletos, pero aún así podías sentarte a pedir, siempre encontrabas alguna mesa libre (parece contradictorio el que esté todo hasta la bandera de gente y que sin embargo puedas sentarte a comer, pero era tal como comento).

Así da gusto.

Aparte de lo interesante del evento en sí, lo que me parecía increíble era el montaje que habían levantado en el misma plaza: todo un estadio de padel con gradas incluidas, parecía como si el conjunto hubiera sido extraído de un cuadro naïf. Más de 3 mil personas elevadas en las gradas.

Todo un acontecimiento.

sábado, 25 de mayo de 2013

Convoi exceptionnel en Sevilla

El año pasado llegó al muelle del V Centenario de Sevilla la tuneladora procedente del puerto francés de Corcoué-sur-Logne, situado en mi siempre memorable río Loira, a bordo del buque HS Resolution.

Una tuneladora que tras la descarga en el puerto había que desplazarla en partes en 7 camiones hasta Coria del Río. Uno de los camiones: un convoi exceptionnel con la friolera de ¡18 ejes!

Rara vez se ha podido ver en la capital hispalense un trailer de esta envergadura. Bueno, al menos hasta ahora yo no me había fijado.

Entiendo que observar esto y crear una entrada de un blog para comentarlo puede resultar extraño. Es más, si hace una década alguien me hubiera dicho que me fijaría en estos detalles de los camiones, no me lo creería ni harto de vino.
Fotografía en plena acción de adelantamiento

Pero esto me lleva a recordar la ingente cantidad de fotografías que realicé hace un par de años mientras me dirigía conduciendo dirección a Madrid. Necesitaba completar imágenes de las diferentes modalidades de camiones con el fin de exponerlos en la clase de Transporte Internacional.

¡Para que nadie diga que dedicarse a la formación está exento de riesgos!

miércoles, 15 de mayo de 2013

La vela, un producto muy peligroso

He comprado una vela para encenderla en mi habitación, pero hasta hoy no sabía del riesgo tan grande que me estaba exponiendo al adquirir este producto.

Me río yo de sustancias contaminantes, corrosivas, explosivas, etc, reconocidas por la ONU. ¿No se habían dado cuenta estos señores que una vela encierra un peligro aún mayor?

Voy a entrar ya en detalles: resulta que la vela que he comprado está protegida dentro de una caja (y ahora entiendo que había que protegerla bien) donde aparece una serie de advertencias, las cuales nombro entre comillas y comento a continuación:

"Para utilizar el producto de forma segura, siga las instrucciones atentamente" - aquí empiezan a asustarnos.

"Manténgase fuera del alcance de los niños" - pero qué pasa, ¿las niñas son más de fiar? Esto sí que es feminismo del puro!

"Conservar en posición vertical" - claro, es que si lo tumbas se enciende sola, o explosiona, o te desintegra la pared,... allá tú la de cosas que pueden ocurrir si no la mantienes en posición vertical.

"No es comestible, no ingerir" - supongo que ningún ser humano con dos dedos de frente se le ocurre comerse una vela. Pero bueno, está bien que se advierta, hay gente para todo, y últimamente hay mucha hambre.

Siguiendo esta regla, cuando te compras una lámpara también debería venir indicado: "Atención, es una lámpara, no ingerir"; o cuando compras una almohada: "Deje reposar la cabeza sobre ella manteniendo la boca cerrada, no es comestible".

"No deje la vela encendida o desatendida durante más de 4 horas" - ah, bueno, eso lo sabe todo el mundo: una vela desatendida más de 4 horas es una vela abandonada de la mano de Dios, puede incluso agarrar una depresión de caballo. Ah, por cierto, si está desatendida 3 horas y 45 minutos, la cosa va bien, pero sobrepasar las 4 horas... eso sí que no! no es humano!

"Coloque las velas sólo en superficies resistentes al calor lejos de cualquier material combustible y las corrientes de aire" - esto es cierto, debe advertirse, porque cuando yo compré la vela tenía pensado encenderla justo al lado de la bombona de butano a pleno rendimiento (estoy irónico, se entiende).

"No mueva la vela cuando está encendida, o si está apagada, cuando el producto esté todavía líquido" - esta advertencia es la única que veo más útil, y no tener que aprender estas cosas a base de quemarte con el liquidito, como siempre ocurre.

De todas formas sigue siendo absurda la advertencia, es como si nos avisaran de no tocar con los dedos la llama, que nos puede quemar.

"Finalizar el uso antes de que el producto se agote completamente, dejar al menos 5 mm de cera en el fondo" - dentro de poco a los de marketing se les ocurrirá promocionar con la vela una regla para medir, y sus debidas instrucciones: "introducir la regla en el fondo del vaso, aplicando cierta presión para que atraviese la cera restante. Cuando marque los 5 milímetros, el producto estará listo para tirarse al contenedor correspondiente". Así sería más completa la información.

"Antes de cada encendido debe comprobar que la mecha no tiene más de 1 cm de altura y, si acaso, cortar el exceso" - lo dicho, los de marketing terminarán promocionando una regla; nadie lo sabía, pero ahora se ha descubierto que es un complemento esencial en el mundo de las velas. ¿Te compraste una vela sin la correspondiente regla? Hiciste mal.

"Dejar la mecha libre de cuerpos extraños" - yo tengo un amigo con un cuerpo muy extraño, supongo que no podrá ni olerla. También supongo que no lo decían por mi amigo, pero habría que definir, al menos, qué es un cuerpo extraño. Por ejemplo, la cortina no es para mí un cuerpo extraño, la puse hace unos años y ya tengo confianza en ella, ¿¡podría aproximarla a la vela!?

"Nocivo para los organismos acuáticos" - entre los cuerpos extraños de antes y los organismos acuáticos... no sé en qué planeta cree que vivimos quien lo escribió. Pero da que pensar...

"Puede provocar a largo plazo efectos negativos en el medio ambiente acuático" - ... y pensando y pensando, me pregunto: ¿para qué demonios introducimos una vela en el medio ambiente acuático? ¿es que esta vela no se apaga en contacto con el agua? ¡la cosa es seria!

Luego te vuelve a repetir la frase "no ingerir", por si a estas alturas el hambre nos ha obstruido el riego sanguíneo del cerebro y terminamos por comernos la vela.

"En caso de accidente consultar el Servicio Médico de Información Toxicológica Tel.915 620 420" - o sea, que la chica de turno (único género indicado para utilizar este producto) incendia la casa con la vela porque la mantuvo en posición oblicua al lado de un cuerpo extraño, y claro, nos vamos rápidamente a buscar la caja de cartón de la vela para llamar por teléfono al de información toxicológica. Sí, claro, eso lo hacemos todos! (sigo irónico, claro).

Me imagino a la operadora automática: Buenos días estimado cliente, le contesta el Servicio Médico de Información Toxicológica. A continuación marque la tecla 1, si se ha quemado con la vela. Marque 2, si se le ha caído la vela en el medio ambiente acuático; marque 3, si la vela ha sido alcanzada por un niño; marque 4, si se ha comido la vela (...); marque 18, si se le incendia la casa (...)"

A estas alturas, la chica de turno estará carbonizada.

Por cierto, ¿la caja de la vela no arde con el fuego? ¡la cosa sigue siendo seria!

"Ingredientes: Benzyl benzoate, Benzyl salicylate, Coumarin, Limonene" - ¿y dónde está la vela? Con estos ingredientes tan dificultosos de entender no me extraña que al final nos la comamos.

Claro, debe saber a limonene.

"Duración aproximada: 30 horas" - supongo que después se autodestruye.

Creo que a partir de ahora voy a dejar de comprar velas: un mechero conectado a un butano es más seguro, al menos no tiene tantas advertencias.

domingo, 21 de abril de 2013

Incertidumbre en el consumidor

Dentro de unos meses el comportamiento del consumidor habrá cambiado. Pasado un tiempo mayor el comportamiento del consumidor será diferente. Tras otros meses más el comportamiento tendrá otros hábitos y costumbres... y así indefinidamente.

Esto es realmente lo que dificulta los planes de marketing, esa sociedad cambiante que no se sabe hacia dónde se dirige, qué camino recorrerá, dónde parará (evidentemente, nunca parará).

En el evento HEMSIC se atrevieron a decirlo: "Nadie tiene la más remota idea de cómo seremos dentro de un año". Lo único claro es que tendremos un año de edad añadido en nuestra apreciada vida, y párate a contar porque no lograremos saber nada más.

"Las estadísticas dicen que las estadísticas se equivocan", afirmaba un ponente en una conferencia, lo cual nos dificulta en la interpretación del resultado de las encuestas haciéndonos dudar (nos enfollona mentalmente, vamos). Y Tom Peters estudió las tendencias y defendía su idea de que no hacía falta hacer investigaciones de mercado generales, era suficiente investigar directamente a los ancianos y a las mujeres (en esto último no nos lo ha dejado nada fácil). Ellos son los verdaderos consumidores en el mercado mundial.

Retomo la idea inicial y la acoplo a la convicción de Tom para concluir: estudiemos tanto a mis congéneres femeninos como a las personas de avanzada edad, y predigamos su comportamiento futuro, ya que de aquí a un año cambiarán sus gustos y preferencias.