viernes, 7 de noviembre de 2014

Discurso de clausura en la Universidad de El Escorial

A petición de los asistentes, transcribo a continuación el discurso que pronuncié en el acto de clausura de la escuela de negocios Eude en el Aula Magna de la Universidad de El Escorial-María Cristina (7 noviembre, 18h, ver vídeo):

Autoridades académicas, profesores, alumnos, familiares, amigos, buenas tardes a todos.

Es para mí un honor, un verdadero placer, ser elegido para representar a los profesores de esta escuela y tener la oportunidad de transmitir este discurso en un día tan importante en vuestras vidas profesionales.

Discurso en el Aula Magna
Hemos tenido la suerte de conocer a muchos de vosotros, como es el caso de Marta García, la alumna que acaba de exponer, y aunque todos hemos pasado por momentos agradables e inolvidables, también debemos reconocer que el recorrido para vosotros nunca ha sido fácil.

Entre otras cosas porque no sólo ha sido el esfuerzo de un año académico; para llegar hasta aquí habéis tenido que luchar durante mucho tiempo atrás. No lo olvidéis: éste también es el resultado de numerosas metas logradas en el pasado.

Estoy convencido de que ha merecido la pena el esfuerzo y espero que en todos quede el recuerdo de esta escuela que ya forma parte importante no sólo de vuestro curriculum profesional, sino de vuestra historia de la vida, de vuestra biografía.

Los profesores, que por vocación disfrutamos de la enseñanza, también aprendemos de todos y cada uno de vosotros: de vuestras genialidades, de vuestras experiencias, de vuestras anécdotas; aprendemos de los aciertos y errores que a veces son inevitables, aprendemos a modernizarnos, a cambiar el chip, aprendemos a ser más tolerantes y flexibles,... Queramos o no, vosotros también influís en nuestras vidas.

Y hoy estamos muy orgullosos de vosotros.

Aula Magna de la Universidad
Porque una escuela de negocios no es sólo una fábrica donde se transmiten y se crean conocimientos, inevitablemente este proceso académico también cumple una función cultural, social y emocional, inculcando valores como flexibilidad, compromiso, creatividad, tolerancia, responsabilidad y cooperación.

El producto final: aquí lo tenemos, frente a nosotros, envueltos en una toga y coronados con un birrete.

Pero aquí no termina el flujo logístico. Falta distribuirlo y comercializarlo.

Ya tenemos un producto de calidad, ahora tenéis que seguir generando valores añadidos: crear notoriedad de marca, vuestro nombre, y conquistar el mercado laboral planificando una ruta que llegue a las empresas de forma eficiente. De esta manera acortamos el lead time logístico.

Vuestro curriculum es la ficha técnica de lo que habéis conseguido y de lo que podéis ofrecer. Sabed venderse.

Tras este paso por la institución, por EUDE Business School, y obtener este reconocimiento y celebrarlo, os invito a hacer la siguiente reflexión:

Obtener un título profesional no es un logro que esté al alcance de cualquier persona, por eso se convierte en una responsabilidad social por vuestra parte. Sois vosotros los valedores de este título, y a vosotros os corresponde aplicar los conocimientos en las empresas y cambiar las reglas del juego para hacer de este mundo un lugar mejor para vivir.

En vuestras manos está el hacerlo realidad.

Sólo os pedimos:

- Que lo hagáis con pasión, trabajando en lo que realmente os gusta.

- Que seáis críticos con vosotros mismos. Quien está sentado a vuestro lado no es la competencia, es vuestro amigo. Tú eres tu mayor competidor y contigo mismo deberás luchar para superarte día tras día.

- Que seáis aún más mejores personas, aunque sólo sea por ahorrarse el desgaste energético que produce la envidia, los celos, el rencor,... A veces es difícil perdonar, pero no consiste en perdonar ni olvidar, sino en dejarlo ir y seguir vuestro camino.

Finalización del acto académico
- Que os equivoquéis. Equivocaos una, dos, tres, cien veces. Equivocaos todo lo que haga falta porque significará que fuisteis atrevidos enfrentándose a lo desconocido.
Equivocarse es una manera práctica de aprender, y hay quien dice que ése es el mejor master de la vida.

- Que no os desaniméis ante las adversidades. Un obstáculo en vuestra vida es sólo un aviso para que algo cambiéis. No temáis fracasar, la clave del éxito está ahí.

- Y por último, que seáis agradecidos. Agradeced a Dios tanto por lo maravilloso que ha sido lo bueno como por lo poco catastrófico que ha sido lo malo. Pase lo que pase, nunca dejéis de dar las gracias.

Y aprovecho este último punto para manifestar mi gratitud a todos los asistentes.

Ahora es el momento de celebrarlo, de recibir el título que tanto habéis deseado. Un premio que reconoce vuestra entrega, vuestra dedicación y vuestra perseverancia. Sois vosotros quienes lo habéis conseguido porque tuvisteis el valor de hacerlo, de trabajarlo con esfuerzo. Es vuestro mérito, os lo habéis ganado. ¡Enhorabuena a todos!

Muchas gracias.