Un cuarto de ellos sé que emprendieron nuevos proyectos, pero sus éxitos en una época de crisis con presuntas oportunidades para crecer han sido todas, absolutamente todas, un verdadero desastre. Los que no tuvieron agallas de lanzarse al emprendimiento se encuentran en una situación aún peor de como estaban: formando parte de las interminables listas del desempleo o, en el mejor de los casos, en un puesto de explotación vergonzosa rozando la esclavitud. A todos ellos me gustaría saber la impresión que tienen ahora de lo que con entusiasmo y firmeza afirmábamos sobre la crisis.Hasta ahora he visto que la crisis no sólo NO es una oportunidad, sino que es una adversidad. Son muchos los amigos latinos que vienen a España en busca de un crecimiento en sus vidas profesionales mejorando su nivel formativo con una o dos maestrías. Pero todos ellos, todos sin excepción, o se regresan a sus países de origen o permanecen en la península ibérica con trabajos rozando lo deshonroso y, si no, en ocupaciones no muy entusiastas y con una remuneración ridícula.
¿Oportunidad? La clase media y media alta ha pasado a vivir en unas condiciones que hace unos años era impensable. Ya no se permite tener casi todo, al contrario, se mide hasta el último céntimo.
El término "crisis" significa cambio drástico. Y en este sentido la única oportunidad que tenemos es la de cambiar, pero no significa que sea para mejor. Cualquier vidente (magos, lectores de Tarot, interprete de los astros, un tal Arquitecto de Sueños, etc) te hablará de riesgos, de cambios, de mirar hacia adelante, de olvidar el pasado,... fácil interpretación porque si cambiamos nuestra situación sólo hay dos caminos: que realmente vayamos a mejor, lo cual dará la razón a estos videntes, o que vayamos a peor, lo cual no importará porque para eso están estos adivinos de la vida que nos seguirán recordando que debemos cambiar. Todo una farsa.