jueves, 4 de septiembre de 2014

Flipped classroom

En los últimos años el comportamiento de los alumnos ha cambiado considerablemente a raíz de la utilización de las redes sociales en las tablets y smartphones. Es raro que un alumno no se conecte en algún momento de la clase a internet para enviar algún mensaje, chatear, intercambiar ficheros... y, lo que es peor, con un uso sumamente de relación social, no académica. Vamos, que se conectan con otros amigos, familiares y parejas sentimentales para hablar de sus propios temas en cuestión.

La flipped classroom (aula al revés o volteada) es un método que alguien propuso recientemente para combatir ese molesto comportamiento humano. ¿Y cómo se consigue? Enviándole al alumno las tareas menos activas para que las realice en casa, mientras que en la clase se desarrollan las más activas, fomentando el trabajo en equipo.

El profesor para ello deberá grabarse en unos vídeos de diez minutos partes del programa, siempre bien estructurado, completándolo con documentación descargable en sus ordenadores. El alumno asimila el contenido de esta materia en su casa y cuando llega a clase se trabaja sobre lo que le presentó en dichos vídeos, en forma de discusión/debate, exposiciones, aclaraciones de ciertos puntos, etc. De modo que consigues la atención del respetable y la clase se hace más amena.

Problema número uno: ¿el alumno va a estudiar en su casa la parte teórica? Uff, difícil lo veo.
Problema número dos: ¿Cómo se dirige una clase donde algunos de los alumnos no hayan podido adelantar la materia en su casa? ¿Habrá que explicárselo de nuevo en clase? ¿Y eso no sería volver a lo mismo: la explicación teórica en clase?

No digo que no vaya a funcionar, sólo digo que los milagros no existen. jajaja!