Por otro lado, mientras que la conocida mejora continua o kaizen consiste en pequeños cambios en la empresa, revisándose periódica y sistemáticamente el proceso para proceder a otras mejoras correctoras con influencia a largo plazo, en la mejora cuántica o kaikaku los cambios son más bien radicales y a corto plazo.La diferencia entre el radicalismo de la reingeniería de procesos BPR y el radicalismo del kaikaku estriba en que la transformación de este último tiene un carácter más humano, ya que las soluciones se hacen desde un equipo de mejora, donde todas las personas que lo desean pueden participar. En cambio, en la BPR los cambios nacen de la dirección afectando a todo el proceso, a pesar del factor empowerment, con el inconveniente de recibir el rechazo del personal o de que no reciban adecuadamente esa manera de trabajar al no haber sido contado con ellos en la búsqueda de nuevas soluciones.
Pero, ¿estas maneras de proceder lo podríamos aplicar en la vida cotidiana de los seres humanos? La relación que tenemos con los diferentes agentes socializadores (familiares, amigos, profesores, compañeros de trabajo, pareja sentimental, etc) te deben guiar por una mejora continua en tu propia vida, consiguiendo de forma gradual y constante ser cada vez mejor persona y desarrollándote como profesional.
Esto debería ser así en un principio, el problema es que vivimos en una continua interacción humana con todas sus imperfecciones y complejidades en un universo que es declaradamente entrópico, donde el caos y el desorden creciente impera en toda la Naturaleza.
Y entre estas interacciones se produce la ruptura constante de los esquemas previstos que afectan sobremanera a las susceptibles mentes humanas causando un fuerte daño mental. Los sentimientos quedan tan hastiados de tanto dolor, que lleva a muchas personas a romper radicalmente con su forma de vida. En el extremo más desesperante, y aún más en tiempos pasados, se recurría a la eliminación de las constantes vitales de forma voluntaria: el suicidio. Pero evitando ser tan extremos, también existen esas otras vías como es el kaikaku o la BPR.
En el primer caso, el kaikaku consistiría en la transformación total de tu vida, en cambios radicales de las tareas o actividades cotidianas pidiendo la opinión y colaboración de los principales agentes socializadores, es decir, se pediría ayuda externa a familiares y relaciones entre iguales (amigos) para modificar el proceso de tu vida diaria. En ese cambio estarían estos agentes involucrados en la toma de decisiones, siendo además partícipes de tu mundo.
En cambio, en una reingeniería de procesos (llamémosle reingeniería de procesos humanos o HPR - Human Process Reengineering) significaría no sólo romper también con todas las actividades que conforman tu proceso diario habitual y transformarlo en una vida totalmente nueva, sino que lo harías sin contar con la ayuda de los principales agentes socializadores, e incluso eliminándolos de tu entorno.
Es un recurso muy doloroso, e incluso cruel, pero a muchos parece que les da aparentemente buenos resultado a largo plazo; sin embargo, a otros no tanto. En cualquiera de los casos queda marcado en la memoria de manera irreversible.
Reflexión para todos:
Piensa en cómo podría ser tu vida si un día te levantaras y quisieras cambiar todo lo que te rodea, llevar a cabo una reingeniería de procesos humanos: vivienda, vehículo, amigos, vestuario, trabajo, ciudad,... Tienes un año para ir cambiando cada ítem.¿Cómo sería tu vida? ¿a quién/es eliminarías de tu vida? ¿cómo te vestirías? ¿Qué irías escogiendo?