domingo, 2 de junio de 2013

Marketing experiencial: hurricane simulator

... o dicho de otro modo, alquiler de aire a 125 km/h por 2 euros.

El simulador en Heron City de Las Rozas
Para quien desconozca la máquina lo explico brevemente: es una cabina donde te introduces solo o acompañado (máx. 3 px) y que simula la vivencia de un huracán durante un minuto. Precio: 2 euros.

Me imagino al genio que se le ocurrió la idea y muchos no tomaron en serio. Cuántas risas le habrán intentado frenar. La idea debió de gestarse en un braintorming, técnica donde se libera la creatividad más estrambótica, y en ella saldrían cosas como vender humo (lo que hacen muchos "profesionales"), una piedra ordinaria (de esas que son curativas), una porción de hierba de un estadio de fútbol, etc. y lo cruzaría con el concepto marketiniano de experiencias.

Y llegó a un resultado aún sin pulir: experimentar aire.

Curiosa combinación de palabras: experimentar aire. Pero así sólo no vende. Hay que transmitirlo en otros términos que capte más la atención, que sea más vendible: el aire a presión no es tan vivencial, mejor considerar un huracán, y la experiencia se haría a través de un simulador.

Resultado final: simulador de huracán.  La nueva combinación adquiere una mayor fuerza persuasiva. Marketing experiencial puro y duro.

¿Quién es el público objetivo? En los vídeos de Youtube aparecen mayoritariamente adolescentes. Es lógico, la mente del teenager no cesa en la búsqueda de sensaciones fuertes, aunque realmente sea su propia mente quien lo perciba así.

Porque... ¿realmente vives la experiencia de un huracán o simplemente vives la experiencia de un aire a presión y tu mente recrea el motivo? Es decir, ¿tu mente te engaña convenciéndote de que estás en un huracán? Evidentemente que sí.

Y pensado de esta manera viene a significar que el promotor del servicio no necesita más realismo que el aire y unas palabras bien colocadas. El resto lo pone el cliente (porque no nos engañemos, sólo recibes aire a 125 km/h).

Esto significa que un simulador de lanzamiento en paracaídas también tendría lugar en esta especie de máquina expendedora de aire a presión. Es la mente quien te pone en situación. Sólo habría que cambiarle la rotulación "hurricane" por "parachute".

En este caso lo valoramos a 5 euros el minuto. Se eleva el precio porque la sensación de caída en un paracaídas es muy emocionante, lo cual la demanda se presume que sea mayor.

¡Qué sencillo es vender!