Es decir, dos explicaciones para la defensa del determinismo, y otras dos a favor del libre albedrío. ¿Sería posible un mundo donde pudiesen coexistir ambas doctrinas?
Tal vez el cosmos es determinista y la vida cotidiana del ser humano se forma en base a sus acciones libres. Pero llegar a una conclusión donde demuestre cómo se comporta la naturaleza sería arriesgado por todo lo que otros autores han profundizado en defensa de una u otra doctrina a lo largo de la historia del hombre. E incluso me atrevería a decir que demostrar una de las dos vertientes sería además inútil para las pretensiones que busco.
Sea cual sea la realidad del asunto, creo que lo más importante es reconocer que existen dos tipos de personas: las que creen que todo está escrito y los que creen que pueden trazar su propia ruta. Y eso nos sirve para conocer algo más de nuestra pareja, amigos y familiares.
Las personas creyentes son generalmente deterministas (determinismo teológico), mientras que aquellas personas que necesitan saber que llevan el control de todo, defienden el libre albedrío. Los que no tienen una idea de Dios en su mente suelen ser indeterministas, a excepción del protestantismo en general, que postula la idea de que el ser humano es libre en sus elecciones porque Dios hizo al individuo a su semejanza, y eso incluye la posibilidad de elegir.
Un determinista es aquel que se sube a un cohete para llegar a la luna, sin que crea que exista posibilidad de modificar su rumbo durante el trayecto; un indeterminista es aquel que conduce un coche, sabiendo que depende de él modificar su rumbo para adaptarse a la situación.
Los deterministas creen que la experiencia de libertad son ilusiones, por lo que dejan a mano de Dios todo lo que acontezca. El hombre propone y Dios dispone (el hombre dispone su camino, pero al Señor corresponde disponer sus pasos). Todo saldrá según la voluntad de Dios.
Pero, ¿esto no limitaría a las personas deterministas? ¿Dejarán de luchar por lo que realmente aman si ven que lo pueden perder por la voluntad de Dios, de una pitonisa o de lo que revelan los horóscopos? ¿es que defender el libre albedrío es ir en contra de la naturaleza?
El problema de una persona determinista es que deje de pensar por sí mismo y que se deje influenciar por lo que dicen otros o, lo que es peor, que crea que los elementos se han confabulado para que ellos actúen de cierta manera, y no hubiera otro camino posible en su elección.
Sea como sea la vida, deberíamos creer que podemos tomar nuestras propias elecciones y dejar a un lado lo que puedan pensar de nosotros, del qué dirán.
Y así, al menos, conseguiremos sentirnos libres.