Siempre había escuchado el principio de Peter: "En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta alcanzar su nivel de incompetencia". De ahí la existencia de esos pésimos directivos que muchos trabajadores sufren en sus propias carnes, y que son los principales artífices de la hecatombe de la gestión empresarial.

Existe una hipermetropía en el directivo que consiste en no apreciar el talento cuando lo tiene cerca, en su misma empresa! Qué razón tiene!
Sostiene que "vivir en la excelencia es vivir en el error. Pensar en la incompetencia es aproximarse a la verdad. No es realista que todos aspiremos a ser números uno".
En los primeros capítulos trata de explicar esa incompetencia generalizada del ser humano. En los capítulos finales propone unas pautas o consejos de cómo debemos actuar, reconociendo e insistiendo, por supuesto, en esa incompetencia prácticamente innata.
Los resultados incompetentes provienen de la siguiente clasificación de empresas: organizaciones obesas, porque tienen demasiado de todo; barrocas, ya que se preocupan más por los adornos que por la esencia; hiperactivas, porque nunca encuentran la paz; e histéricas, porque se crean problemas sin necesidad y se ven forzadas a tomar pastillas para eliminar sus fantasmas".
Hay que cuidarse de aquellos jefes que padecen el Síndrome del Demasiado Tiempo Libre. Generan productos organizativos que provocarán el enredar aún más las cosas. Son aquellos que solicitan información sobre el negocio para descubrir algo útil que hacer, redactan manuales de procedimientos nuevos, revisan las políticas de recursos humanos,... y llegados a un extremo de su total síndrome, reescriben la misión de la empresa, redefinen la visión de la empresa en el futuro, cambiar la ubicación del logo en los documentos corporativos, rediseñan los uniformes de los empleados, etc y etc.
Algunas frases recogidas:
- Cuantas más personas participan en un acontecimiento, menos inteligentes se vuelven todas ellas (leyes de Juárez).
- Todas las tareas de un proyecto ocupan más tiempo de lo que pensamos, cuesta más hacerla y más dinero (toda tarea se dilata indefinidamente hasta ocupar todo el tiempo disponible, Parkinson).
- Ley de Coblitz: Un comité puede tomar una decisión más estúpida que cualquiera de sus miembros.
- Hay que pensar en cambiar a las personas en lugar de pensar en cambiar de personas.
- Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y aun lo malo, si poco, no tan malo (Baltasar Gracián).
- Qué bonita será Barcelona cuando la acaben (Fernández Aguado, sobre la excelencia. Todo es mejorable, nunca alcanzamos la excelencia).
- Ley de Coblitz: Un comité puede tomar una decisión más estúpida que cualquiera de sus miembros.
- Hay que pensar en cambiar a las personas en lugar de pensar en cambiar de personas.
- Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y aun lo malo, si poco, no tan malo (Baltasar Gracián).
- Qué bonita será Barcelona cuando la acaben (Fernández Aguado, sobre la excelencia. Todo es mejorable, nunca alcanzamos la excelencia).